Una vez conseguido el adiestramiento inicial y ganada su confianza, encaminaremos nuestro trabajo a la doma necesaria.
Podemos escoger distintos caminos para llegar al mismo objetivo: enseñarle a llevar a alguien encima, enseñarle a tirar, superar diferentes miedos…
Lo más adecuado será buscar el camino más fácil para cada caballo.